Mientras se desarrollan las fiestas de los muertos “EL MILJKAILJUITL”, por las calles de la ciudad, barrios, comunidades, llega la alegría al ver danzar a los VIEJITOS, HUEHUES o DISFRAZADOS, que al compás del violín y la guitarra, ante la gritería bailan las danzas del comanche, la zorra, el venado, el sapito, la guajolota, el Cúa negro, el pixpix, los matlachines, la culebrita, la mulita, los enanos, la polla pinta, la tortolita, el tecolote, el son de los viejitos y varias danzas más. Las cuadrillas se disfrazan con ropa vieja, los hombres usan las originales mascaras de madera, mientras los que se disfrazan de mujeres, usan sombrero y se cubren la cara con un paliacate rojo.

LAS CALAVERAS XANTOLERAS
Esta tradición de dedicar las “calaveras” es muy arraigada en México y es sin duda una parte fundamental de la fecha del día de los muertos. Estas rimas populares tienen la finalidad de que en sus expresiones cortas se incitan burlas a los aún vivos. Ésto es esencial, pues no se dedican las rimas “calaverísticas” a un muerto, siempre ha de ser dedicada a un vivo. Esta tradición brinda diversión entre los escuchones de dichas rimas, mientras algunas logran el sonrojo de los dedicados. Aunque en estas fechas no se deja de tomar en cuenta a la muerte, es el espacio para convivir con ella. Por eso es de muchos conocidos que la cultura mexicana se burla de la muerte, pues se divierte con ella. Y sin faltar la comilona en los altares de muertos que es lo dedicado a los fieles difuntos que en su día tienen permiso de volver del más allá y convivir con sus seres queridos, por ello se cree que cuando los vivos consumen de la comida de un altar de muerto, ésta ha perdido su sabor y olor, pues los difuntos a quien se le han ofrendado dichos alimentos, han consumido su esencia.

Calavera a Zapata de la Revolución mexicana
Eran los tiempos aquellos
los días de la revolución
cuando la muerte se apareció
indecisa estaba pues no sabía
si llevarse a uno de la bola o ya de perdis
un pelón.
La calaca sentada se reía
porque de uno y otro bando a cada minuto
alguien caía.
La muerte alzó la vista porque por el camino
alguien venía
Era mi general Zapata.
Ey guapo le dijo, acá está tu Adelita
Y mi general al verla se dio cuenta que era la huesuda
Ya murió Zapata, ya lo llevan a enterrar
no lo mató una bala, no lo mató un cañón
fue la calavera que le gustó ese bigotón.
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